Hay una forma de distinguirlas fijándonos en sus patas por abajo. La “tarentola” solo tiene uñas en dos de los cinco dedos, y las laminillas de sus patas están sin dividir mientras las de “hemidactylus” están partidas (de ahí lo de “hemi” que significa “mitad”) y tienen uñas en cada dedo.
Y son precisamente esas laminillas las que, funcionando como pequeñas ventosas, permiten a las salamanquesas trepar por superficies lisas verticales aunque sean de cristal, e incluso andar por los techos de las viviendas donde suelen introducirse en busca de insectos.
Las salamanquesas son animales nocturnos, aunque también de día pueden estar despiertas y capturar algún que otro animalillo. Pero lo suyo es la noche y para eso tienen esos ojos enormes y con la pupila vertical, como veíamos antes en la foto.
Otra peculiaridad de estos reptiles es que pueden cambiar de color como los camaleones, aunque los cambios sean menos llamativos. En realidad varía ligeramente la tonalidad de su piel según la luz, yendo solo desde el blanco grisáceo al marrón oscuro.
Viven en el campo o en las casas, generalmente rurales. Las podemos encontrar tanto entre unas rocas como sobre troncos de árboles, en una casa en ruinas o en una normal, en el jardín, en la fachada o incluso dentro de ella.
Las hembras ponen dos huevos que son muy redondeados, casi esféricos y de cáscara bastante dura. Lo hacen dos veces al año, generalmente en los meses de abril y de junio. Tras una larga incubación nacen las pequeñas salamanquesas, de muy pocos centímetros. Su crecimiento es lento y, si no son capturadas por algún predador (por ejemplo algún gato o alguna rapaz nocturna), pueden vivir hasta 8 años.
Hay quienes las tienen como mascotas en terrarios, alimentándolas con larvas de insectos o insectos vivos, pero no os lo recomendamos, no ya por el esfuerzo que requiere mantenerlas, sino porque estos son animales salvajes deben estar en libertad. Y la verdad que observarlos no es difícil, porque suelen vivir cerca de los humanos, así que resulta fácil encontrarlos, sobre todo en verano y en zonas cálidas y costeras.